Amparo Sánchez vino a A
bierto hasta las 2, nos contó por qué ya no se llama
Amparanoia, nos cantó un cachito de su nuevo -y delicioso-
disco y se rió con el
Abierto hasta el ardor que le dedicamos
Dani Martínez y este que les escribe. La nueva vida musical de Amparo mola mucho, sobre todo si has llegado a esa edad donde ya apetece más ver un concierto en un teatro que en un estadio de Segunda B. Sí, jovenzuelos ni-nis que me leéis con deleite, reíos ahora que podéis. Pero llegara un día en que alguien os pasará un gin-tonic preparado como Dios manda y os quitaréis para siempre del Don Simón-cola. Eso, si no morís antes por culpa de esas mierdas que os tomáis. Salud.